martes, 8 de marzo de 2016

Así morirá el Sol

Se trata de una estrella antes de apagarse para siempre. En el centro de este colorido remolino de gas está escondida una estrella con una masa equivalente a la de nuestro Sol y que dentro de poco desaparecerá para siempre. Una vez que estas envejecen, su falta de combustible hace que expulsen de forma irregular sus capas externas al espacio, dejando visible su núcleo súper caliente. La protagonista de esta instantánea captada por el telescopio Hubble de la NASA/ESA (en tres longitudes de onda distintas: rojo para el nitrógeno, verde para el hidrógeno y azul para el oxígeno), se encuentra a 4.600 años luz de la Tierra, en la dirección de la constelación de Cygnus. En 5.000 millones de años nuestra estrella pasará por este mismo episodio, pero aún falta mucho para eso.

Una galaxia gemela de la Vía Láctea

El satélite XMM-Newton de la ESA ha descubierto un viento de gas de alta velocidad que fluye del centro de una galaxia espiral brillante muy parecida a la nuestra, casi una gemela de la Vía Láctea. Este fortísimo viento podría estar reduciendo su capacidad para producir nuevas estrellas. Se estima que este tipo de vientos cálidos procedentes de los discos turbulentos de material ubicados alrededor de los agujeros negros supermasivos en el centro de galaxias activas pueden afectar a su entorno de varias maneras: pueden arrasar con las reservas de gas que formarían estrellas o provocar el colapso de algunas nubes y formen estrellas. Esta galaxia activa -en concreto- es de tipo Seyfert, que posee un núcleo muy brillante que emite luz en todo su espectro electromagnético, una señal de que los agujeros negros supermasivos en su centro no están inactivos, sino que devoran sus alrededores.